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JUAN 9 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?

3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.

6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,

7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?

9 Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.

10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.

12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.

13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.

14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.

15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.

16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.

17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,

19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?

20 Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;

21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.

22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.

23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.

24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.

25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.

26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?

28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.

29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.

30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.

31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.

33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.

34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?

36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?

37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.

38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.

39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?

41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

  X


1 Al pasar, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.

2 Sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?"

3 Jesús respondió: "Esta cosa no es por haber pecado él o sus padres, sino para que unas obras de Dios se hagan en él, y en forma clarísima.

4 Mientras es de día tenemos que hacer la obra del que me ha enviado; porque vendrá la noche, cuando nadie puede trabajar.

5 Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo."

6 Dicho esto, hizo un poco de lodo con tierra y saliva, untó con él los ojos del ciego

7 y le dijo: "Vete y lávate en la piscina de Siloé (que quiere decir el Enviado)." El ciego fue, se lavó y, cuando volvió, veía claramente.

8 Sus vecinos y los que lo habían visto pidiendo limosna, decían: "¿No es éste el que se sentaba aquí y pedía limosna?"

9 Unos decían: "Es él." Otros, en cambio: "No, es uno que se le parece".

10 Pero él afirmaba: "Sí, soy yo." Le preguntaron: "¿Cómo es que ahora puedes ver?"

11 Contestó: "Ese hombre al que llaman Jesús hizo barro, me lo aplicó a los ojos y me dijo que fuera a lavarme a la piscina de Siloé. Fui, me lavé y veo."

12 Le preguntaron: "¿Dónde está él?" Contestó: "No lo sé."

13 La gente llevó ante los fariseos al que había sido ciego.

14 Pero coincidió que ese día en que Jesús hizo lodo y abrió los ojos al ciego, era día de descanso.

15 Y como nuevamente los fariseos preguntaban al hombre cómo había recobrado la vista, él contestó: "Me puso barro en los ojos, me lavé y veo."

16 Algunos fariseos, pues, dijeron: "Ese hombre, que trabaja en día sábado, no puede venir de Dios." Pero otros decían: "¿Puede ser un pecador el que realiza tales milagros?" Y estaban divididos.

17 Entonces hablaron de nuevo al ciego: "Ese te ha abierto los ojos, ¿qué piensas tú de él?" El contestó: "Que es un profeta."

18 Los judíos no quisieron creer que siendo ciego había recobrado la vista, hasta que no llamaran a sus padres.

19 Y les preguntaron: "¿Es éste su hijo? ¿Y ustedes dicen que nació ciego? ¿Y cómo es que ahora ve?"

20 Los padres respondieron: "Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego.

21 Pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos, y quién le abrió los ojos, tampoco. Pregúntenle a él, que es adulto y puede responder de sí mismo."

22 Los padres contestaron así por miedo a los judíos, pues éstos habían decidido expulsar de sus comunidades a los que reconocieran a Jesús como el Mesías.

23 Por eso dijeron: "Es mayor de edad, pregúntenle a él."

24 De nuevo los fariseos volvieron a llamar al hombre que había sido ciego y le dijeron: "Confiesa la verdad; nosotros sabemos que ese hombre que te sanó es un pecador."

25 El respondió: "Yo no sé si es un pecador, lo que sé es que yo era ciego y ahora veo."

26 Le preguntaron: "¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?"

27 El les dijo: "Ya se lo he dicho y no me han escuchado. ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?"

28 Entonces comenzaron a insultarlo. "Tú serás discípulo suyo. Nosotros somos discípulos de Moisés.

29 Sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos ni siquiera de dónde es."

30 El hombre contestó: "Esto es lo extraño: él me ha abierto los ojos y ustedes no entienden de dónde viene.

31 Es sabido que Dios no escucha a los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha.

32 Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento.

33 Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada."

34 Le contestaron ellos: "No eres más que pecado desde tu nacimiento, ¿y pretendes darnos lecciones a nosotros?" Y lo expulsaron.

35 Jesús se enteró de que lo habían expulsado. Cuando lo encontró le dijo: "¿Tú crees en el Hijo del Hombre?"

36 Le contestó: "¿Y quién es, Señor, para que crea en él?"

37 Jesús le dijo: "Tú lo has visto, y es el que está hablando contigo."

38 El entonces dijo: "Creo, Señor". Y se arrodilló ante él.

39 Jesús añadió: "He venido a este mundo para llevar a cabo un juicio: los que no ven, verán, y los que ven, se volverán ciegos."

40 Al oír esto, algunos fariseos que estaban allí con él le dijeron: "¿Así que también nosotros somos ciegos?"

41 Jesús les contestó: "Si fueran ciegos, no tendrían pecado. Pero ustedes dicen: "Vemos", y esa es la prueba de su pecado."