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PROVERBIOS 4 Paralela rv60
y bla95

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura.

2 Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.

3 Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre.

4 Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.

5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

6 No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará.

7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

8 Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

9 Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará.

10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida.

11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar.

12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás.

13 Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.

14 No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos.

15 Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa.

16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.

17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;

18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

19 El camino de los impíos es como la oscuridad; No saben en qué tropiezan.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

25 Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.

26 Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos.

27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.

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1 Hijos míos, escuchen la enseñanza de un padre, estén atentos para conocer la verdad.

2 Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.

3 Yo mismo fui un hijo dócil con mi padre, el hijo regalón de mi mamá;

4 él me instruía entonces en estos términos: "¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!

5 ¡Busca la Sabiduría! ¡Hazte inteligente! No olvides lo que te digo, no menosprecies mis palabras.

6 Si no abandonas la sabiduría, ésta te protegerá; ámala y velará por ti.

7 El principio de la Sabiduría es correr tras ella; ¡busca la inteligencia a cambio de todo lo que tienes!

8 Elígela, te exaltará; apégate a ella, te honrará.

9 Pondrá en tu cabeza una magnífica diadema, te regalará una corona de gloria".

10 Atiéndeme, pues, hijo mío, toma en serio mis palabras, y vivirás largos años.

11 Cuando te haya enseñado los caminos de la sabiduría, cuando haya orientado tu ruta,

12 caminarás sin vacilar y podrás correr sin miedo a caerte.

13 Conserva mi disciplina, no la dejes: guárdala y vivirás.

14 ¡Pero, no tomes el camino de los malvados, no vayas por el sendero de los malos!

15 Evítalos, apártate de ellos; ándate por otro camino y pasa lejos.

16 Porque no pueden dormir si no hacen el mal; no descansan en tanto no le hayan hecho daño a alguien.

17 El crimen se volvió su pan, y la violencia, el vino de que tienen sed.

18 El camino de los justos es como la luz de la aurora: su resplandor va aumentando hasta el mediodía.

19 Pero el camino de los malvados es sólo oscuridad; no ven lo que los hará caer.

20 ¡Hijo mío, pon atención a mis palabras, oye bien mis discursos!

21 Tenlas presentes en el espíritu, guárdalas en lo más profundo de tu corazón.

22 Porque son vida para el que las acoge, son un remedio para el cuerpo.

23 Primero que nada, vigila tu corazón, por que en él está la fuente de la vida.

24 Rechaza cualquier lenguaje perverso, abstente de cualquier mentira.

25 Que tus ojos miren de frente, que tu mirada sea franca.

26 Tantea primero el suelo bajo tus pies, para que tu andar sea seguro.

27 No te vuelvas a derecha ni a izquierda, sino que aléjate del mal.