“ Pero Elías contestó y les habló: “Si soy hombre del Dios [verdadero], que baje fuego de los cielos y se los coma a ti y a tus cincuenta”. Y fuego de Dios vino descendiendo de los cielos y procedió a comérselos a él y a sus cincuenta.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)