“ Ahora bien, cierto Naamán, el jefe del ejército del rey de Siria, había llegado a ser hombre grande delante de su señor y a ser tenido en estima, porque por medio de él Jehová había dado salvación a Siria; y el hombre mismo había resultado ser hombre valiente y poderoso, aunque leproso.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)