“ De modo que todos los hombres de Judá y Benjamín se juntaron en Jerusalén dentro de tres días, es decir, el noveno mes, el [día] veinte del mes, y todo el pueblo se quedó sentado en el lugar abierto de la casa del Dios [verdadero], tiritando debido al asunto y a causa de las lluvias cuantiosas.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)