“ Porque han aceptado a algunas de las hijas de ellos para sí y para sus hijos; y ellos, la descendencia santa, han llegado a estar mezclados con los pueblos de los países, y la mano de los príncipes y de los gobernantes diputados ha resultado ser prominente en esta infidelidad”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)