“ Y de veras fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y los mismísimos brazos de Faraón caerán; y tendrán que saber que yo soy Jehová cuando dé mi espada en la mano del rey de Babilonia y él realmente la extienda contra la tierra de Egipto.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)