“ En el año vigésimo quinto de nuestro destierro, al comienzo del año, el [día] diez del mes, en el año decimocuarto después de haber sido derribada la ciudad, en este mismísimo día la mano de Jehová resultó estar sobre mí, de modo que me llevó a aquel lugar.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)