1 ¡Un ¡ha!, para el país de los insectos zumbadores con alas, que está en la región de los ríos de Etiopía!
2 Es el que despacha enviados mediante el mar, y mediante embarcaciones de papiro sobre la superficie de las aguas, [diciendo:] “Vayan, mensajeros veloces, a una nación de alta talla y bruñida, a un pueblo que en todas partes es inspirador de temor, a una nación de resistencia a la tensión y de pisoteo, cuya tierra han arrollado los ríos”.
3 Todos ustedes los habitantes de la tierra productiva y ustedes los residentes de la tierra, verán una escena tal como cuando hay levantamiento de una señal enhiesta sobre las montañas, y oirán un sonido tal como cuando hay toque de un cuerno.
4 Porque esto es lo que me ha dicho Jehová: “Ciertamente me mantendré sosegado y miraré mi lugar establecido, como el calor deslumbrador junto con la luz, como la nube de rocío en el calor de la siega.
5 Porque antes de la siega, cuando la flor llega a la perfección y lo florecido llega a ser una uva que va madurándose, uno también tiene que cortar los tallitos con podaderas y tiene que quitar los zarcillos, [los] tiene que escamondar.
6 Serán dejados todos juntos para el ave de rapiña de las montañas y para la bestia de la tierra. Y sobre ello ciertamente pasará el verano el ave de rapiña, y sobre ello pasará el tiempo de la siega aun toda bestia de la tierra.
7 ”En aquel tiempo se traerá un regalo a Jehová de los ejércitos, [de parte de] un pueblo de alta talla y bruñido, aun de un pueblo que por todas partes es inspirador de temor, una nación de resistencia a la tensión y de pisoteo, cuya tierra los ríos han arrollado, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte Sión”.