“ Y toda la llanura baja de los cadáveres y de las cenizas grasosas, y todos los terraplenes hasta el valle torrencial de Cedrón, hasta la mismísima esquina de la Puerta de los Caballos hacia el naciente, será cosa santa a Jehová. No será desarraigada, tampoco será demolida ya hasta tiempo indefinido.”
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)